En Vídeo
En imágenes
Los habitantes de un barrio de la ciudad francesa de Marsella se unieron ayer por la tarde para expulsar de su campamento a un grupo de familias gitanas rumana que se habían establecido en la localidad según han informado hoy viernes fuentes cercana a la investigación.
La policía intentó poner paz entre la treintena de familias de la localidad y los miembros de las gitanas que finalmente tuvieron que huir llevándose aquello que pudieron recuperar tras ver como quemaban su campamento y sus pertenencias.
Esta acción, revelada por el diario regional La Provence, fue premeditada porque ya había informado a las autoridades de su manera de actuar en caso de que los gitanos rumanos, a quien acusaron de robos, no abandonaban los alrededores de su ciudad.
Caroline Godard, un miembro de la asociación de gitanos, dijo que estaba «asustado», y señaló que unas 35 personas se habían asentado en el campo durante varios días, informa AFP.
En las últimas semanas en Francia cientos de campamentos de gitanos fueron evacuados por la policía, provocando las protestas de los representantes de las asociaciones gitanas y parte de la izquierda.
La población gitana en el país galo se estima en alrededor de 15.000, muy por detrás de las dos primeras de estas poblaciones de acogida, España e Italia, de acuerdo con los estudios sobre este fenómeno.