La mina del cazador

Sólo hay una cosa que huela peor que un cadáver. Una gran operación inmobiliaria. Si el muerto es un elefante, el olor a fiambre se extiende kilómetros a la redonda. Si la operación inmobiliaria es la de RTVE (afecta a 200.000 metros cuadrados, incluye una recalificación millonaria, provoca el enfrentamiento entre dos ayuntamientos, necesita el visto bueno de Gallardón y de Esperanza Aguirre, y pretender ser el mascarón de proa del presidente del Ente…) la peste puede llegar a inundar todo un país.

(EFE)

Los históricos estudios de Prado del Rey, sede de RTVE

El cadáver de RTVE está alcanzando el momento idóneo de madurez, de putrefacción. "Ya llegan los buitres", me escribe una amiga. Y es que de la misma forma que donde hay un cadáver siempre hay carroñeros, donde hay una buena operación inmobiliaria siempre hay empresarios con ganas de pasar a la historia.

La finca elegida para la nueva sede de RTVE tiene un nombre que resulta toda una premonición: la mina del cazador. Podía haberse llamado 'Ciudad Deportiva del Real Madrid', 'El Algarrobico' o 'Seseña', como otras grandes operaciones inmobiliarias escritas con letra de oro en la historia reciente del urbanismo español. Pero se llama 'La mina del cazador'. Una mina es un yacimiento de explotación que puede proporcionar una gran abundancia o riqueza. Un cazador es un hombre que persigue algo hasta atraparlo.

La dirección de RTVE quiere financiar con la venta de los viejos inmuebles una nueva sede, a la última en tecnología y eficiencia, en la que concentrar toda la actividad de una empresa que, una vez eliminados los trabajadores antediluvianos de la plantilla, es capaz de poner en antena programas innovadores de los que todos los españoles nos sentimos orgullosos. Como la nueva edición de '¡Mira quién baila!' que, prevista para finales de este mes, tiene como invitados especiales a Ortega Cano y Ana Obregón. Todo un pelotazo… a nivel televisivo, no me malinterpreten.

Por fin alguien pone orden y concierto en la televisión pública española. El orden y concierto que visionarios tan prestigiosos como Florentino Pérez o Jesús Gil ya pusieron en el mundo de la construcción. Se abrió la veda… ¡Fuera Prado del Rey y Torre España! ¡Viva la Mina del Cazador!

Un motivo para no ver la televisión

Los libros que nunca he escrito.
George Steiner.
Editorial Siruela.

Escribir puede resultar doloroso. Tanto como para ni siquiera intentarlo. Escribir puede suponer un desafío inabordable, una carga insostenible. Tanto como para evitar completar un párrafo. Steiner, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, cuenta la historia de siete libros que nunca ha escrito. "Detrás de todo gran libro, como una sombra, está el libro que se ha quedado sin escribir", asegura la contraportada.

Steiner no ha escrito los siete libros, pero en estos siete capítulos/artículos/ensayos deja caer interesantes ideas sobre algunas de las grandes cuestiones de nuestro tiempo. La educación, el éxito, el futuro, la identidad, la envidia, el lenguaje amoroso, nuestra relación con la naturaleza, Dios… Esos lugares que el autor no ha querido recorrer a fondo, pero se niega a dejar pasar. Los pecados jamás cometidos. Los mundos por explorar.

"Es lo no dicho lo que se dice más alto", sentencia Steiner para cerrar 'Los idiomas de Eros', su cuarto libro jamás escrito. Leer comienzo del libro.