-Menudo escándalo eso de desnudarse en pleno Central Park. ¿Cuéntenos las claves de esta obra?

-La verdad es que a la gente le está gustando mucho y estamos llenando allá donde vamos. Estamos muy contentos. Es una comedia en la que trabajan Manuel Galiana, María José Alfonso, Maribel Salas y Walter Gamberini, que son unos actores estupendos. Da gusto trabajar con gente así porque no es frecuente encontrarse con personas que lleven tanto tiempo y tengan una trayectoria tan brillante. El trabajo es muy bonito. Y del director, Jaime Azpilicueta, pienso que es de los mejores porque además ha tenido muchos éxitos. Ha creado una personalidad para cada personaje y ha enriquecido la obra. Trata un poco de temas que gusta a la gente. Se sienten identificados con las cosas que estamos viviendo. Es el hecho de que un escritor, del que no se sabe si tiene talento, lleva toda la vida escribiendo y nadie hace caso de sus libros . Entonces, decide que tiene que montar un escándalo para llamar la atención. De ahí viene el desnudo y yo, como soy su mujer en la obra y estoy muy enamorada de él, pues también le sigo.

-Ya casi que no importa el talento, sólo que hablen de uno por cualquier atrevimiento.

-Sí. Creo que los escándalos es lo que realmente vende y desgraciadamente no se ve otra cosa en la televisión. No importa el talento sólo si eres novio o novia de no sé quien. En fin, que nunca es sobre nada interesante. Son personajes que van saliendo y de esto se habla también en la obra.

-¿Qué haría usted con la prensa del corazón?

-A mí me encantaría que se hablara de otras cosas o que no hubiera tantos programas de los mismo, que hubiera más series o más Estudios 1, como se hacía antes. Sí es verdad que la gente ve estas cosas pero es que no hay otra opción. Pienso que estamos ya un poco saturada de esto.

-¿Le ha llegado a molestar de alguna manera este mundo del corazón?

-No, la gente que somos serias y no hacemos cosas raras pues no nos molestan, nos respetan, de verdad.

-¿ Por qué aceptó trabajar en esta obra?

-Sinceramente, por el reparto. El texto es muy bonito, aunque hasta que no ha estado todo acabado no me hacía la idea. Ha quedado precioso. Y cuando ya me dijeron los actores que venían..., me decidí.

-Usted, que pertenece a una saga de actores de comedia, ¿el humor ya es casi parte de su personalidad?

-Claro, claro, claro. Ya desde pequeña, mi padre (Antonio Ozores) me inculcó el sentido del humor. Es verdad que es fundamental, tanto para los momentos buenos como para los malos. El sentido del humor es una herramienta muy útil para todo. Lo intento aplicar a menudo.

-¿Es más difícil hacer reír que hacer llorar, por ejemplo, al público?

-Sí, es bastante más difícil. Creo que si ten dan algo dramático, y conque lo hagas así serio, como hay tantos dramas y tantas cosas reales la gente enseguida lo capta. Pero hacer reír tiene una mecánica muy complicada.

-Díga algo que le ponga de mal humor.

-Mmmm, no sé. Muchas cosas (risas) porque estamos en una sociedad en la que me gustaría que la gente fuera de otra manera en muchos momentos. Pero bueno, hay veces que el dinero es prioridad antes que ser buena gente. Hay cosas que no me gustan y no es que me pongan de mal humor, simplemente es que las cambiaría.

-Si esto de hacer teatro entra en crisis, ¿usted sería capaz de montar un escándalo para llamar la atención?

-No creo, no soy de escándalos. Soy muy normal.

-¿Está preparando alguna otra obra ahora?

-Sí, se llama 'El último que apague la luz', que ha escrito y dirigido mi padre. Y estamos haciendo gira ahora.

-El teatro es ahora su principal fuente de trabajo.

-Pues sí, es lo que más estoy haciendo. De cine por ahora no hago, ni tampoco me llaman. No se suele mezclar. El teatro me da, además de trabajo (risas), la posibilidad de hacer algo que me gusta.

-¿Qué espera que se lleve el público a casa con esta obra?

-Hombre, pues espero que se lleven un buen recuerdo ya que van a ver algo así que tiene un buen nivel. Creo que tiene el clima para que el público se olvide un poco de todo.