Las ensaladas son platos que permiten introducir infinidad
de ingredientes. El aliño se realiza en función
de estos. Los componentes principales de todo aderezo
son el aceite y el vinagre. Por norma general, para
los sabores suaves se debe usar una vinagreta delicada.
Para los sabores más intensos se reservan los
aliños más gustosos.
Aceite
y vinagre
El aceite y el vinagre son los principales componentes
de todo aliño. Elegir un tipo u otro también
va en función de los ingredientes de la ensalada.
Una
buena mezcla del aceite y el vinagre, en las proporciones
correctas, puede ser el mejor aliño de cualquier
ensalada. Una buena elección de estos componentes
puede implicar sabores distintos para cada ocasión.
Resulta el aderezo perfecto para la mayoría
de las ensaladas.
Tipos
de aceite y vinagre
Cada aceite tiene su propio sabor característico.
Así, el de oliva virgen tiene un sabor intenso,
que disminuye a medida que se refina. El de maíz
y el de girasol apenas tienen sabor. También
se pueden combinar entre ellos para conseguir un sabor
adecuado. Otros aliños permiten mezclar el
aceite con agua en un porcentaje del 70%, a favor
del aceite.
El
vinagre ofrece mucha variedad y es que éste
puede estar realizado a base de vino tinto o blanco,
vino de jerez, de sidra o de cava. Esto le confiere
diferentes sabores y aromas. También se pueden
utilizar vinagres de vino con hierbas aromáticas
y especias que dan al plato un aire más sofisticado.
Vinagretas
La receta más común para la salsa vinagreta
lleva una parte de vinagre y tres partes de aceite,
aunque se pueden variar las cantidades según
el gusto particular y los demás ingredientes
que se utilicen.
A
esta preparación básica se le pueden
añadir hierbas frescas, como romero, tomillo,
orégano, perejil o cebollino y muchos otros
ingredientes como, ajo, guindillas, nueces o miel.
Con estas mezclas tan particulares se obtienen resultados
estupendos y diferentes según la ocasión.
Aliño picante al sésamo
2 cucharadas de aceite de girasol,
1 cucharada de aceite de sésamo,
1 cucharada de vinagre en el que han estado unos chiles
en maceración.
1 cucharada de salsa de soja clara.
Mezclar bien todos los ingredientes con un batidor.
Aliño de cacahuetes
30 g de coco rallado o 150 ml. de leche de
coco en conserva.
150 ml de agua hirviendo
3 cucharadas de pasta de cacahuete
2 cucharaditas de salsa de soja
el zumo de 1/2 lima
1/4 de cucharadita de chile en polvo
Ponga el coco en un cuenco, vierta encima agua hirviendo
y deje en remojo 15 minutos, filtre la leche de coco
en un cuenco, deseche el coco y la añade al
resto de ingredientes. Si usa leche de coco en conserva
la añade a los restantes ingredientes de la
salsa; Mezcle bien con batidor y dejarlo espumoso.
Aliño
de miel y mostaza
60 ml de mayonesa
2 cucharadas de aceite
1/2 cucharada de miel clara
1 cucharadita de mostaza suave
1 cucharada de zumo de limón sal y pimienta
Mezclar bien hasta que la miel quede completamenete
disuelta.
Aliño
agridulce
2 cucharadas de aceite de sésamo ligero
4 cucharadas de vinagre de arroz
2 cucharaditas de salsa de soja oscura
1 cucharadita de miel
1 cucharadita de puré de tomate
Mezclar los ingredientes con batidor.
Aliño de jengibre y lima
2 cucharaditas de raíz de jengibre
fresco, rallada
1 diente de ajo, machacado
¼ de cucharadita de sal
½ cucharadita de pimienta negra
la raspadura fina de la piel de 1 lima o, en su defecto,
limón
2 cucharaditas de miel
100 ml de aceite de oliva
6 cucharaditas de zumo de lima o, en su defecto, limón
3 cucharaditas de eneldo fresco, picado
En un cuenco ponga el jengibre, la sal, la pimienta,
la raspadura de lima o limón, la miel y el
aceite y mézclelo bien con la ayuda de una
cuchara de madera. Agregue el zumo de lima o limón
y bata hasta que quede esponjoso. Antes de usar el
aliño, añada el eneldo.
Aliños
con leche y huevos
Este tipo de aliños proviene del norte de Europa
y también de Estados Unidos. Se hacen con leche,
yogures, crema o nata. Por ejemplo, una muy extendida
es la crema inglesa que se prepara con huevos duros,
agua y crema espesa. Se condimenta también
con sal y pimienta y, si se le quiere dar más
sabor, se le puede añadir una cucharada de
vinagre especiado.
Otro
uso importante de los aliños con leche y derivados
son las mayonesas y aderezos espesos. Contienen respectivamente
un 80% y un 35-50% de aceite. Lo que da viscosidad
a estas salsas es la mezcla de aceite y huevos. Resultan
indicadas en ensaladas realizadas con hortalizas,
y patatas.
El
yogur es otro derivado lácteo muy utilizado
como aderezo de ensaladas. Por si solo, mezclado con
miel o zumos resulta ideal para ensaladas realizadas
a base de frutas.
Salsas
calientes
La llegada de las ensaladas templadas ha permitido
introducir aliños y salsas templadas o calientes
en estas. Pueden realizarse a partir de aceite y vinagre
o a partir de cremas y mayonesas.
Cuándo
la ensalada que lleva ingredientes calientes se va
a acompañar de una vinagreta, hay que calentar
ésta en el microondas momentos antes de servir
el plato. Cuando se trata de introducir el calor mediante
la salsa o aderezo es mejor que ésta sea un
poco espesa. Para ello conviene calentar la mezcla
en una sartén a fuego suave, mientras se remueve
con unas varillas de batir. Una yema de huevo ayuda
a que engorde mejor.
Conservar
la Vinagreta
La
vinagreta básica, es decir, la realizada con
aceite, vinagre y condimentos se puede conservar fresca
hasta una semana a temperatura ambiente.
Lo
único necesario es que esté en un recipiente
hermético. El resto de los ingredientes y sabores
se deben echar en el momento que se vaya a consumir.
Salsa
vinagreta
Batir en una taza una cucharada de vinagre
con tres cucharadas de aceite de oliva virgen y un
poco de sal, hasta obtener una emulsión.
Se admite añadir un poco de cebolleta fresca
picada, tomate fresco picado o pimientos verdes y
rojos picados.
Así mismo se puede variar los sabores de la
vinagreta con diferentes tipos de vinagre que hay
en el mercado: vinagre de vino, de sidra, de jerez,
con hierbas o de frutas como la frambuesa, etc.
Salsa de limón
Batir en una taza dos cucharadas de aceite
de oliva virgen y una cucharada de zumo de limón
con un poco de sal hasta que emulsione.
Salsa de yogur
Mezclar un yogur con el zumo de medio limón
y dos cucharadas de aceite de oliva, sal y pimienta.
Salsa rosa
Mezclar media taza de mayonesa con dos cucharadas
de ketchup o con tomate frito, unas gotas de zumo
de naranja, unas gotas de salsa Perrins y unas gotas
de coñac o de whisky.
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