Quién es Pedro Sánchez, el socialista que se convirtió en el nuevo presidente de España contra todo pronóstico
Acaba de convertirse en el séptimo presidente de la democracia en España, pero las circunstancias que rodean su llegada al poder son las más atípicas.
Pedro Sánchez llega al gobierno después de ganar una moción de censura en el Congreso que puso fin al gobierno conservador de Mariano Rajoy.
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Es la primera vez en la historia de España que eso ocurre. Y también es la primera vez que el Congreso inviste a un presidente que no es diputado.
Con el apoyo de la izquierda, de los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos, valencianos y uno de los canarios, este madrileño de 46 años alcanzó el cargo para el que lleva mucho tiempo preparándose.
Pero el camino no ha sido fácil. Los últimos cuatro años fueron para el dirigente socialista una carrera de obstáculos en la que pasó de ser la apuesta para salvar a su partido, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), luego perderlo todo políticamente, para después regresar y llegar hasta llegar a La Moncloa, la sede del gobierno español.
La nueva cara del PSOE
Cuando Sánchez se presentó a las primarias del PSOE en 2014 era apenas conocido.
Doctor en Economía, profesor universitario y exjugador de baloncesto, se afilió al PSOE a los 21 años, en 1993.
Antes de presentarse a las primarias socialistas se había desempeñado como concejal en el Ayuntamiento de Madrid y diputado.
Financió su campaña para la secretaría general del PSOE mediante crowdfunding. Recorrió con su auto miles de kilómetros para recabar los votos socialistas y dormía en casa de los militantes en los pueblos que visitaba.
Resultó elegido secretario general para salvar a un partido que había perdido la confianza de sus votantes por la gestión de la crisis económica que azotó el país y tras la debacle socialista en la elección de 2011
Sin embargo, con él como candidato a la presidencia del gobierno, el PSOE obtuvo sus peores resultados en las elecciones de 2015 y 2016.
Del desahucio político a La Moncloa
Tras elecciones de diciembre de 2015, en las que el PSOE quedó como segunda fuerza por detrás del conservador Partido Popular (PP), fue propuesto como candidato a presidente del gobierno, pero no obtuvo los apoyos necesarios en el Congreso.
Se trató de la primera investidura fallida en el actual período democrático en España y, posteriormente, fue necesaria la repetición de elecciones.
El PP volvió a ganar y el PSOE quedó segundo. Esta vez fue el candidato popular el propuesto para candidato a la presidencia.
Pero Sánchez se negó a apoyar la investidura de Rajoy y eso, en medio de una guerra interna en su partido, le costó su cargo como secretario general del PSOE el 1 de octubre de 2016 y, posteriormente, su acta de diputado.
Cuando parecía desaparecido de la vida política, Sánchez regresó para volver a presentarse a las primarias de su partido.
Fue un momento de gran división en el PSOE, en el que Sánchez se enfrentó a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien había defendido una abstención que facilitara la investidura de Rajoy y que España tuviera un gobierno tras meses de parálisis.
Sánchez, sin el apoyo del aparato del partido, usó la misma fórmula que la primera vez que se presentó a las primarias: recorriendo los pueblos españoles en su coche.
Con su famoso "no es no" a Rajoy y enarbolando la bandera de la izquierda, logró convencer a las bases socialistas, que lo eligieron de nuevo como su secretario general.
El desafío de gobernar en condiciones atípicas
El líder socialista llega a La Moncloa con la promesa de convocar elecciones, aunque no ha precisado ninguna fecha.
Las circunstancias de su gobierno tampoco serán fáciles.
Actualmente su partido solo cuenta con 84 diputados y la Mesa del Congreso, encargada de gestionar la vida parlamentaria, está controlada por la centroderecha (Partido Popular y Ciudadanos).
Se enfrenta también a una mayoría absoluta del PP en el Senado.
Por si fuera poco, al no ser diputado, no podrá votar ni sus propias leyes.
Una de las crisis que tendrá que gestionar es la de Cataluña.
Sánchez contó con el apoyo de los independentistas catalanes para ganar la moción de censura.
Pero el PSOE también le dio al anterior gobierno el apoyo necesario para aplicar el artículo 155, mediante el cual se intervino la autonomía de Cataluña tras el desafío secesionista.
Pero la trayectoria política de Sánchez muestra que es persistente y tiene aguante.
Fanático del equipo de fútbol Atlético de Madrid, Sánchez cree, al igual que el entrenador Diego "Cholo" Simeone, que las grandes competiciones se ganan partido a partido.
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