La súbita muerte de Carme Chacón, a los 46 años y víctima de una cardiopatía congénita, sumió de inmediato en la conmoción a la clase política y a la opinión pública de nuestro país desde el domingo a última hora de la tarde. Y no sólo por el carácter repentino de su fallecimiento, sino por la relevante trayectoria de Chacón, por el peso político ejercido en el Partido Socialista y por el simbolismo que irradiaba su figura.

Carme Chacón fue la primera ministra de Defensa que tuvo España. "Mis respetos como española, como mujer y como ministra de Defensa", aseguró ayer María Dolores de Cospedal, actual titular de esta cartera. Tras una carrera cuajada en la política local, Chacón se integró en la corriente con la que Rodríguez Zapatero fue elegido líder del PSOE en 2000. Cuatro años después, y tras la victoria electoral del dirigente leonés, se convirtió en vicepresidenta del Congreso. En 2007 fue designada ministra de Vivienda y, un año después, recaló en Defensa. La fotografía de ella, embarazada de siete meses y pasando revista a las tropas, dio la vuelta al mundo. Chacón rompió el techo de cristal en un departamento tradicionalmente reservado a los hombres, y lo hizo con aplomo pero con una acción política marcada por el continuismo. Durante su gestión en el Ministerio de Defensa relevó la cúpula militar, ejecutó la retirada de las tropas españolas de Kosovo y tuvo que hacer frente -con más voluntad que éxito- a los ataques de piratería contra pesqueros españoles en aguas de Somalia. No cumplió su promesa de reformar la Ley de Secretos Oficiales para desclasificar hasta 10.000 documentos. Sin embargo, sí amparó la instalación del escudo antimisiles de la OTAN en la base naval de Rota, sin complejos y sin la demagogia de quienes, desde la izquierda, se niegan a aceptar los desafíos de la escena internacional.

Cabe subrayar también que el hecho de convertirse en la primera mujer al frente de los ejércitos españoles no mitigó su catalanismo. Chacón, que llevó al PSC a su mejor resultado en unas generales en 2008, pasó de alentar el tripartito a admitir el error cometido por su partido por haber gobernado en Cataluña con ERC. Y, aunque siempre hizo bandera de la pluralidad territorial, no dudó en confrontar el desafío secesionista, lo que le valió su propio alejamiento de los socialistas catalanes.

En 2012 se convirtió en la primera mujer en optar a la Secretaría General del PSOE. Su carrera política se frenó en seco al ser derrotada por Rubalcaba, por escasos votos, lo que no hizo más que acentuar el declive de un partido que perdió una oportunidad de renovar su liderazgo y sus cimientos ideológicos. Parte de sus correligionarios en el PSOE y en el PSC no le perdonaron su marcha a dar clases a EEUU para luego regresar y acabar sentada de nuevo en un escaño en el Congreso. Chacón había abandonado la política y tarbajaba en un importante despacho de abogados.

Ayer, tras su fallecimiento, el PSOE se concedió una tregua y los tres candidatos a las primarias suspendieron sus actos de campaña. El elogio a su figura fue unánime. Rajoy la definió como "una mujer con sentido de Estado", mientras Zapatero la recordó como "gran amiga, leal compañera y ejemplar servidora pública". Carme Chacón fue, ciertamente, un símbolo tanto de la historia reciente del PSOE como del avance de la mujer en la política española.