Estupefacción, cabreo, incredulidad... así han recibido los trabajadores de la sede del PSOE de Ferraz el nombramiento de Iván Redondo como nuevo mandarín de la campaña electoral socialista, del que ESdiario daba cuenta hace dos días.
Pero la cosa tiene miga y sigue provocando una profunda resaca en la familia socialista. Allí, en la sede emblemática del PSOE, todo el mundo sabe que el comité de campaña dirigido por Adriana Lastra es un mero señuelo, la histórica sede de los socialistas se ha convertido de facto en un coto privado al mando de dos barones que solo rinden cuentas al Rey Sol Sánchez, Iván Redondo y José Luis Ábalos. El resto del equipo son mera figuración de cara a la galería.
Si antes Maritcha y Adriana callaban, ya comienzan a ser menos discretas y no se ahorran puyas y zascas
Pero si el nombramiento de Redondo como nuevo Duce de la campaña del PSOE ha caído como una losa en los trabajadores y militantes socialistas, para dos mujeres ha sido una verdadera afrenta: la propia Adriana Lastra y Maritcha Ruiz Mateos.
Ambas son "sanchistas" de primera hora, ambas son militantes del PSOE y ambas se lo jugaron todo por el actual inquilino de la Moncloa. Y a las dos ha pagado de la misma forma, expulsándolas a las tinieblas exteriores mientras que premiaba al recién llegado Redondo con las llaves del reino.
La fría venganza
Pero algo ha cambiado, si antes Maritcha y Adriana callaban, ya comienzan a ser menos discretas y fuentes de toda solvencia han contado a este Topo que no se ahorran puyas, comentarios hirientes y zascas a Redondo incluso ante periodistas.
Lastra y Maritcha son conscientes de que el principal cliente de Redondo no es el PSOE, ni siquiera Sánchez, sino el mismo Redondo, por lo que velan armas esperando devolver tanto desplante si el resultado electoral del PSOE no es bueno.
Y todo el mundo sabe que ninguna de las dos es precisamente la madre Teresa de Calcuta.